UC - Críticas
| Países: USA y Japón. Año: 2012. Género: Drama histórico.
Dirección: Peter Webber. Guion: Vera Blassi y David Klass. Producción: Gary Foster, Russ Krasnoff, Yôko Narahashi y Eugene Nomura. Música: Alex Heffes. Fotografía: Stuart Dryburgh. Montaje: Chris Plummer. Diseño de producción: Grant Major. Vestuario: Ngila Dickson. Distribuidora: A Contracorriente Films.
Estreno en España: 7 Marzo 2014. |
Interpretación: Tommy Lee Jones (general Douglas MacArthur), Matthew Fox (general Bonner Fellers), Kaori Momoi, Toshiyuki Nishida, Aaron Jackson, Masatô Ibu, Eriko Hatsune, Takatarô Kataoka (Emperador). |
DESPUÉS DE LA GUERRA
Resulta sorprendente ver como cualquier aproximación yankee a la cultura japonesa (sobre todo en un contexto bélico) resulta fallida. Es más, cuanto más se esfuerzan en enarbolar los valores del honor y la devoción nipona, más fracasan. Algo parecido le ocurre a este ‘Emperador’ de Peter Webber (otrora prometedor realizador del histograma popular tras sorprender con su ‘La joven de la perla’) que a ‘El último Samurai’ de Edgard Zwick (2003), careciendo en este caso de cualquier desvío de atención efectista que pueda sobrellevar la película, convirtiéndola así en algo anodino.
SINOPSIS: Después de que la bomba atómica diera por terminada la Segunda Guerra Mundial, el general Bonner (Matthew Fox) recibe la orden directa de MacArthur de investigar si el Emperador Hirohito de Japón puede ser acusado de crímenes de guerra. Su absolución supondría una muestra de debilidad por parte de los Aliados, pero su inculpación podría atizar el levantamiento de un pueblo que aún le considera un Dios.
Quien quiera que se disponga a ver ‘Emperador’ debe tener claro que no va a disfrutar ni de una cinta bélica, ni de un drama romántico, ni tampoco de un documental histórico. Sus constantes requiebros entre uno y otro género hacen imposible disfrutar de un desarrollo sostenible y acaban por hastiar al espectador en el acompañamiento perpetuo de un descolocado Matthew Fox en un injusto papel protagonista.
Es elogiable, no obstante, los esfuerzos de ‘Emperador’ por mantenerse fiel a un texto local que busca el consenso, basándose para ello en una documentación de la que bien se vale en los créditos finales para demostrar su rigor histórico. Esto, no obstante, no la convierte en una mejor película de ficción. Si no todo lo contrario.
